A mi glándula del tiroides le agradezco que me advierta, que ese no era el camino por el cual seguía, bendita que me avisastes del desastre de mi destino. Primero activándote muy deprisa y haciéndome perder la cordura, y más tarde te cansaste y pensastes ahora me hago perezosa. El caso es que me avisastes, y yo tonta y ciega no me daba cuenta y no te ponía interés, pensaba pues anda para que, pero gracias otra vez.
Ahora queya te tengo casi nivelada pues sin darme cuenta ya te cansé, y bueno pienso: pero si ya la vi, cual mariposa traicionera, como dice la canción, ahora te tengo en mente para quererte y respetarte y también que tu me quieras.
Ay¡¡¡ mi mariposa de amor, mi mariposa de amor, otra vez claro como dice la canción, que voy hacer si no te tengo a mi lado, cual bonita cancioncilla llena de energía, sol y luna, pues tu sabes que aunque tienes dos alas, parte derecha o femenina; parte izquierda o masculina; a las dos las quiero, ya te respeto así es que te pido humildemente que me quieras igual que la luna llena, quiere a la mañana que aún está por llegar, y así toda consciente y contenta te voy dejando para que me vayas relajando y ya no me tengas que personar.
NOTA: Hay un libro: "El Increible Poder de las Emociones". Gracias a sus autores Esther y Jerry Hicks, por haberme montado en su barca e ir por el río a favor de la corriente, pensando en forma positiva; y no a contracorriente, pensando en forma negativa. Gracias, gracias, los Amo.
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