DETENER EL TIEMPO

Como gotas que les cuesta trabajo de resbalar por la pendiente del despertar de todos los días, como agua que no se deja engañar pero si sacrificar para desteñir la cara que hay que limpiar para que no se deje arrugar por el paso del tiempo, así van pasando las mañana, las noches, los días, las semanas, los meses y también los años, de aquello que teníamos en nuestra juventud y que queríamos que pasara deprisa para hacernos mayores y que nos dejaran salir corriendo a todas partes, que se nos va, el paso del tiempo. Gritando para que esos momentos llegaran cada vez mas rápidos, si hubiéramos podido adelantar cual manecillas del reloj y pasar el tiempo para adelantarnos a él, como el niño que se levanta presto al caer, así es la vida ahora que ya llegamos o creemos que hemos llegado, quisieramos detener el tiempo para que esas manecillas, antes adelantadas, ahora Dios mio se atrasaran, porque no queremos que llegue deprisa el tiempo y se nos pase de largo, para dejarnos una arrugita mas cada año.

Como agua que limpia las calles cuando llueve en otoño y primavera  así echamos en falta las mañanas, las noches, los días, las semanas, los meses,  y claro otra vez también los años, ahora por supuesto al contrario, esos, pero esos, que no nos lleguen ni adelantando los relojes, esta vez los paramos.

Pero que ilusos somos cuando tenemos juventud y queremos hacer de todo, de todo y mas que nos llegara, si cuando vamos envejeciendo queremos que nunca  se parara, pero es lo que tiene que cuando lo tenemos no lo queremos y cuando lo queremos no la tenemos, como dirían nuestros abuelos: ¡¡¡JUVENTUD DIVINO TESORO¡¡¡