No se porque la gente que siempre tenemos alrededor te hacen o intentan hacerte la vida menos grata, cuando la vida de por si es tan grande y hermosa, y valga la rebundancia, es eso vida. Vida que se nos escapa si no la sabemos llevar con el día a día, pero que se nos puede atragantar cual espina en la garganta si no la dejamos pasar, con amargores de hiel, pero habrá que echarle canela y miel para poder pasar los malos tragos que se tienen por culpa de la torpeza de aquellos que no ven mas que mostrarse aprovechados de la gente buena y honesta, responsable, trabajadora y cariñosa.
No entiendo porque hay que estrujar de esa forma tan pendenciera, tan maligna y vil, que corrompe hasta las entrañas del ser que llevamos por dentro, y que se enciende como luz roja para estallar como el volcán que entra en erupción y abre a nuestra amada Gaia en dos y no la deja respirar, cual dragón encendido por la llama que sale de su boca y ¡¡¡Atrad¡¡¡-¡¡¡Atrad¡¡¡¡ malditos que no podréis pasar, que esta vida es para disfrutad y no nos vengáis para amargar como ese café de primera hora de la mañana sin azúcar, o como la misma hiel va entonandose cada vez mas verde-amarillenta sino le ponemos remedio.
Dejad ya de disfrutar y de chupar como cual lapas pegadas a la roca.
Y si, es solo eso, que queréis importunar, no viváis al amparo de los demás, dejad a la gente en paz, con sus ademanes y desvaríos. Pero a vosotros, a vosotros que mas os da, y por eso voy terminando y haber si dejáis a la gente ya. No intentéis chupar como las abejas, que hasta ellas dan algo a cambio, cera para alumbrarnos; y su rica, deliciosa, sabrosa, delicada y dulce miel para endulzárnos.
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