sábado, 18 de julio de 2015

DIRECTO AL CORAZON

Nunca se está indefenso, cuando levantamos las manos y las cerramos con puños inmensos. 
No pasearé por tus sueños, pero si llegaré volando a la casa de la colina, oscura y cerrada con el viento. No quiero escuchar ya más tus lamentos. 
Me hieren como corona de espinas. 
Tus olores de sexo ya no me llegan, pues solo veo pájaros volando por el cielo. 
Tus sabores ya no me ponen como en tiempo.
Me has traicionado mi corazón eterno, solo te vengas por aquellos recuerdos. 
Me vetas en tus paseos por los sueños, pero me retas con olores y aromas de sexo. 
Aclárate yo así no puedo. 
Manda señal que tu sabes hacerlo. 
Pero donde no podrás vetar me es en la casa de la colina,
donde veré tus sueños y haré mio aquellos recuerdos, 
y aunque no quieras verlo fui parte de tu juventud y de tus anhelos.