miércoles, 26 de octubre de 2011

ENTRETENIENDO LA MIRADA EN EL MAR


Sentada entre las rocas duras y mirando al azul e intenso mar sin duda, se va alejando el barco que estaba amarrado al Puerto.
Alejándose y surcando entre las olas el bamboleo de las aguas cristalinas, como ojos que no tienen malicia y nada que esconder, pero que escuecen por la sal del agua.
Y mirando al final del mar, hasta lo que alcanzan tus ojos, y ya perdida la esperanza se ve el faro, con su luz avisándote cual marinero perdido; para  que no te despeñes entre las rocas de los acantilados.
Esa divina luz que surge para guiarte en noche cerrada pues no sabes por donde seguir.

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