De colores marrones y oscuros se va llenando el día y la noche, ya nos cambió la estación de verano a otoño, y aunque todavía no se sienta, pues seguimos echando la siesta, tenemos calor sofocante. Esperamos la lluvia con ansia para limpiar las calles y para regar los campos. Pues todavía tiene que engordar la aceituna y terminar por hacerse los amarillos y ácidos menbrillos, y por supuesto las rojas y jugosas granadas, esas que apetece comérselas hasta por la mañana.
Es tiempo de escarolas, de verde brócoli, de rojos rábanos, de blancos puerros y alcachofas, acelgas, repollos. También se van acercando las frutas más ácidas y vistosas, amarillas manzanas, limones y naranjas.
Así más adelante nos vendrá de un otoño más riguroso los boniatos, las calabazas, las lombardas moradas y las marrones castañas.
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