Tus ojos me miran
bañados en lágrimas saladas
que escuecen y entristecen
hasta el alma.
Tu boca callada, ya no me dice nada.
Tu cara sin expresión en la mirada
Tus oídos ya no escuchan los quejidos
por tus lágrimas saladas,
por tu boca callada,
por tu mirada sin expresión en la cara
y sin un quejido que llega a través de mis oídos
y se deshacen como pétalos en mi alma,
que está callada
sin quejidos en la madrugada.
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