La morena guerrera,
de ojos verdes,
saltó de la cama,
y se asomó a la ventana.
La luna llena la envolvió
y la impregnó
de energía toda plateada.
Dichosa se sintió
hasta lo más profundo de su alma.
Su corazón se ensanchó
y jadeaba de pasión.
Sus labios carnosos
buscaban amor
y noche de calor.
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