Cuando por la noche me duermo, mis amigos los ángeles vienen a mi encuentro.
Las hadas me protegen y me hacer tener dulces sueños.
Los ángeles, las hadas y también los elfos; me acurrucan en sus brazos,
y yo me dejo llevar por sus melodías y sus repentinos encuentros.
Por sus sueños me hacen, a veces, recordar viejos momentos.
Me llevan al bosque, y me pasean en sus monturas de caballos unicornios, con alfombras mágicas llevadas por el viento.
Y cuando va llegando la madrugada me hacen regresar a mi cama,
de sábanas blancas inmaculadas, con armonía de violines y pianos,
pero no me sueltan de las manos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario