La fría noche me dejó
las manos vacías y heladas
y con escarcha en las mejillas
de lágrimas derramadas.
Con el corazón frío y tiritando
por la falta de pasión.
Las lágrimas heladas taparon
la entrada a tu corazón.
Entonces,
se apoderó de mi la congoja
y la desdicha
que sentía por los dos.
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