lunes, 12 de diciembre de 2011

VARIOS

Como juncos que no se inmutan por el oleaje del río,
así transcurre nuestras vidas.
Vida que va pasando por el día a día.


Corazón alado de suave luz de la mañana.
Como rosa con espinas deshojadas.
De colores vivos y vistosos.
Corazón rojo y hermoso.


Bendito líquido rojo que se mueve
por las venas de mi ser.
Como fuego que quema por dentro
y que te recorre la piel,
poniendo los vellos erizados
y te lleva hasta los huecos
de las entrañas profundas del ser.


Que pena esa amapola que aparece sola en medio del campo.
Roja y solitaria meciendo se en la brisa del viento.


Sentada en un banco de madera,
esperando ver pasar la vida
aquella que no llega
y que se nos escapa de las manos.
Como aire que respiramos
y no podemos atrapar
 entre los fantasmas de la madrugada.
Como juncos en la orilla del río
 meciendo se con el suave viento.

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