lunes, 28 de mayo de 2012

De olvidados recuerdos, partió incansable el músico que tocaba en la cuerda floja.
Ciego como el negro de la noche oscura y sin estrellas.
Lobo que sobresalía de la manada, en las noches de luna llena, con sentimiento de gozo y desdicha plena.
Aroma de esencia estrujada, como cuerdas rotas de una guitarra.
Llanto sin consuelo por echarlo de menos, días inolvidables de juventud.
Noches floridas, de primaveras engalanadas; veranos de calurosos atardeceres ; otoños de días de campo por todos los Santos e inviernos fríos y húmedos.
De incansable idas y venidas por el parque de los sueños encantados.
Ecos que resuenan por las estrechas calles, ya casi olvidadas.
Llanto de persona callada, retumbar de truenos con tormentas pasadas. 
Días de esperanzas que se vienen a mi memoria y que todas ellas seras recibidas con gloria.

SIN NOVEDAD PARA NO VARIAR



Sentada en el banco de madera, 
de ese jardín abandonado,
aunque con flores hermosas,
pero entre la hierba seca y pegajosa.
Pasan los días tristes y cansinos, 
sin novedad para no variar.
Sin consuelo, que por eso no muero.
Pero sin sonrisa, que para eso me hace falta de ir deprisa.

lunes, 21 de mayo de 2012

SIRENA















Niña mimosa de burbujeante sonrisa,
labios de fresa porque ella toda besa.
Canción de cuna y teta porque toda ella es chispotela.
Canto de cuerpo humano y mitad de sirena.
Polvo de arena que traspasa mi garganta, 
agua de mar que resbala por mis mejillas sonrosadas.
Rebeldía de toda niña cansada,
pies en la tierra y cabeza en las estrellas.
Normas y composturas para no perder la cordura.

GAVIOTA SOLITARIA

Vuela al viento gaviota solitaria,
surca el mar y el cielo,
lleva tu aliento entre las montañas.
Mueve tus alas 
y no dejes de ir entre las suaves y
blancas nubes de algodón.
Dirígete  hacia aquellos
que te dan la mano
para que no decaigas en tu empeño.






(Dedicado a un amigo y compañero que quiere volar sin alas)

AULLIDOS DE LOBO EN LUNA LLENA

Sonrisa helada de escarcha, 
fría y sin consuelo.
Noche serena que se escapa entre los dedos de mis manos.

Aullido de lobo a lo lejos. 
Luna llena entre montañas. 
Desarrapada mañana.
Zumbido agonizante, 
entran en mi sien, 
mariposas que pululan, 
a su libre albedrío.
Heridas que no sanan 
con el calor de la mañana.