domingo, 19 de agosto de 2012

PLEGARIA DE LA SERENIDAD


""""QUE DIOS ME CONCEDA SERENIDAD PARA ACEPTAR:

 LAS COSAS QUE NO PUEDO CAMBIAR,

 EL VALOR PARA CAMBIAR LAS COSAS QUE SI PUEDO

 Y LA SABIDURIA PARA APRECIAR LA DIFERENCIA"""".







No se de donde he sacado esta Plegaria pero como me gusta la traigo para aquell@s que puedan leerla.

CISNE NEGRO

Cisne negro de caballero  andante,
de amigos y muchos enemigos.
Nadando entre aguas estancadas,
por avatares de la vida.
Entre el Monte de las Animas y esa oscuridad divina,
con mucho miedo por enfrentarse de nuevo a   la misma.
Cielo con nubarrones y de exquisita música,
cual zumbido de tormenta,
entre crujidos de la noche oscura y perdida.
Quejidos entre susurros inagotables,
por no saber pedir ayuda.
Pero........ fuente inagotable de sensibilidad oscura,
cual único modo, aunque inevitable,
superar una prueba es realizándola. 

Nota: El único modo de superar una prueba es realizándola.

lunes, 28 de mayo de 2012

De olvidados recuerdos, partió incansable el músico que tocaba en la cuerda floja.
Ciego como el negro de la noche oscura y sin estrellas.
Lobo que sobresalía de la manada, en las noches de luna llena, con sentimiento de gozo y desdicha plena.
Aroma de esencia estrujada, como cuerdas rotas de una guitarra.
Llanto sin consuelo por echarlo de menos, días inolvidables de juventud.
Noches floridas, de primaveras engalanadas; veranos de calurosos atardeceres ; otoños de días de campo por todos los Santos e inviernos fríos y húmedos.
De incansable idas y venidas por el parque de los sueños encantados.
Ecos que resuenan por las estrechas calles, ya casi olvidadas.
Llanto de persona callada, retumbar de truenos con tormentas pasadas. 
Días de esperanzas que se vienen a mi memoria y que todas ellas seras recibidas con gloria.

SIN NOVEDAD PARA NO VARIAR



Sentada en el banco de madera, 
de ese jardín abandonado,
aunque con flores hermosas,
pero entre la hierba seca y pegajosa.
Pasan los días tristes y cansinos, 
sin novedad para no variar.
Sin consuelo, que por eso no muero.
Pero sin sonrisa, que para eso me hace falta de ir deprisa.