Las hadas me cogen de las manos y me llevan al bosque encantado, donde alli me salen mis sedosas y transparentes alas. Me paseo de un lado para otro, saludo a los duendes y animalitos que hay en el bosque.
Si hace frío los árboles me arropan con sus ramas, y si hace calor me meto en el lago dándome un chapuzón y me seco al sol.
Reflexión: Me encantaría, a veces, ponerme unas alas, de quita y pon , e irme al bosque para aliviar el jaleo de los humanos, con sus voces, egoísmo, poco civismo, mala educación, malas interpretaciones , malas contestaciones, y un millón de cosas.
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