Soy de un pueblo que viene de lejos
más allá del principio del tiempo
y venimos cantando los versos
que cantaba mi abuelo.
Cantando a la tierra primero
luego canto a mi padre en el cielo
luego canto a mis cuatro abuelos
luego canto a mis sueños.
Para que no se apague ese grito
que derrama mi sangre en la tierra
como el agua transforma la piedra
me transforma el amarte.
Cuando el fuego calienta la roca
viene el agua y descubre que es aire
yo descubro que soy la mirada
la memoria de un pueblo.
Porque soy un viejo caminante
caminando un camino de estrellas
en la tierra soy un pequeñito en el cielo un cometa.
Alonso de Río
Recuerda quién eres realmente, confía en ti mismo y abre los ojos
a la nueva belleza de una nueva Tierra que se abre ante ti cuando respiras.
Escudriña más allá de la oscuridad y la destrucción del final de este viejo
ciclo masculino. No mires a los ojos de Kali, pon tu atención en los capullos
de la vida y la luz del centro del vórtice.
Como una semilla, tu futuro está sólo empezando a brotar de la
oscuridad, pero algún día mirarás hacia atrás y te darás cuenta de que todo el
miedo y la angustia no fueron más que un sueño creado a partir de la confusión
producida por el final de un ciclo y el comienzo de otro. La muerte y la vida
son parte del mismo círculo.
Ahora mira hacia la Luz y aspira profundamente la alegría de
vivir. La Vida Eterna sin sufrimiento ha sido tuya todo el tiempo. Nunca
estuviste apartado de la Fuente. Vive la vida sin temor. Vive tu vida con los
ojos y el corazón abiertos desde la joya del interior de tu corazón, y te
extenderás hacia los próximos trece mil años aquí, en la Tierra, y mucho más
allá.
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